El abanico durante muchos años, además de ser un complemento muy elegante y práctico, sirvió como medio de comunicación gracias a la campiología, que es la ciencia que estudia el lenguaje de los abanicos y su simbología.
Doscientos años antes de la existencia de las nuevas tecnologías, las personas de esa época tenían su propio método de comunicación cifrado tan solo un abanico plegable. Aunque en un principio lo usaban tanto hombres como mujeres, pronto su utilización se volvió exclusiva para ellas quienes desarrollaron un complejo código o lenguaje del abanico.
Este lenguaje secreto, era utilizado por las damas mayoritariamente para comunicarse con sus pretendientes sin pronunciar palabra alguna y así evitar cualquier conflicto con sus progenitores, eran capaces de citarse con sus enamorados de forma secreta o rechazar cualquier proposición que no les agradara.
Hoy en día este lenguaje se encuentra extinguido pero he querido recoger aquí algunas de las señas que utilizaban en esta curiosa forma de comunicación.
- Abanicarse rápidamente. Te amo con intensidad.
- Abanicarse lentamente. Abanicarse de forma pausada significa soy una señora casada y me eres indiferente. También si se abre y cierra muy despacio significa lo mismo.
- Cerrar despacio. Significa un «Sí». Si se abre y cierra rápidamente significa, «Cuidado, estoy comprometida».
- Cerrar rápido. Cerrarlo de forma rápida y airada significa un «No».
- Caer el abanico. Dejar caer el abanico significa: te pertenezco.
- Levantar los cabellos. Si levanta los cabellos o se mueve el flequillo con el abanico significa que no te olvida, que piensa en ti.
- Contar varillas. Si cuenta las varillas del abanico o pasa los dedos por ellas quiere decir que quiere hablar con nosotros.
- Cubrirse del sol. Significa que eres feo, que no le gustas.
- Apoyarlo sobre la mejilla. Si es sobre la mejilla derecha significa «Si». Sobre la mejilla izquierda es «No».
- Prestar el abanico. Si presta el abanico a su acompañante, malos presagios. Si se lo da a su madre, quiere decir «Te despido, se acabó».
- Dar un golpe. Un golpe con el abanico sobre un objeto, significa impaciencia.
- Sujetar con las dos manos. Si sujeta el abanico abierto con las dos manos, significa «es mejor que me olvides».
- Cubrirse los ojos. Con el abanico abierto, significa «Te quiero». Si se cubre el rostro puede significar «Cuidado, nos vigilan.
- Pasarlo por los ojos. Si se pasa el abanico por los ojos significa, Lo siento. Si cierra el abanico tocándose los ojos quiere decir, «Cuando te puedo ver».
- Abrir el abanico y mostrarlo. Significa, «Puedes esperarme».
- Cubrirse la cara. Cubrirse la cara con el abanico abierto, significa: Sígueme cuando me vaya.
- A medio abrir. Apoyar el abanico a medio abrir sobre los labios quiere decir «Puede besarme».
- Apoyar los labios. Si apoya los labios sobre el abanico o sus padrones, significa desconfianza, «No me fío».
- Pasarlo por la mejilla. Significa, «Soy casada».
- Deslizarlo sobre los ojos. Significa: «Vete, por favor»
- Pasar el abanico de una mano a otra, generalmente de forma airada: Significa “Está coqueteando con otra” o “Es usted un atrevido”.
- Darse un golpe con el abanico cerrado en la mano izquierda: Significa “Ámeme”.
- Girar el abanico con la mano derecha: Significa “No me gustas”.
- Tocar la palma de la mano con el abanico: Siginifica “Estoy considerando si le amo, o no”.
- Cerrar el abanico sobre la mano izquierda: Siginifica “Me casaré con usted”.
- Apoyar el abanico abierto sobre el corazón o el pecho: Siginifica “Sufro por su amor”.
- Mirar los dibujos del abanico distraídamente, pero con intención: Significa “Me gusta usted muchísimo”.
- Bajar el abanico a la altura del pecho o dejarlo colgado, inerte: Significa “Podemos ser amigos”.
- Dejarse el abanico cerrado en el balcón, salir al balcón con el abanico cerrado, o entrar en el salón con el abanico cerrado: Siginifica “No saldré.”
- En el caso de que sea con el abanico abierto: Siginifica “Saldré”.
- Arrojar el abanico con vehemencia: Siginifica “Le odio”.
- Presentar el abanico cerrado: Siginifica “¿Me ama?”.
- Tocar levemente con el abanico por sobre la oreja izquierda: Siginifica “Déjeme en paz”.
- Sobre la derecha: Significa “No revele nuestro secreto”.
- Contar o abrir cierto número de varillas era la manera de marcar la hora para quedar en una cita en función del número de varillas abiertas o tocadas.
- Sostener el abanico con la mano derecha delante del rostro: Siginifica “Sígame.”
- Sostener el abanico con la mano izquierda delante del rostro: Siginifica “Quiero conocerle mejor”
- Dejar deslizar el abanico sobre la frente: Siginifica ” Ha cambiado.”
- Tocar con el dedo el borde del abanico: Siginifica “Quiero hablar con usted”.
- Entrecerrar el abanico en la mano derecha y sobre la izquierda: Significa “No puedo”.
- Si coloca el abanico en su sien y mira hacia arriba: Significa “Pienso en usted de noche y de día”.
Estos son solo algunos de las señas utilizadas para comunicarse en una época ya pasada. Una forma curiosa y a la vez elegante de decir mucho haciendo poco.